lunes, 6 de julio de 2009

La gestión de basuras en La Coruña

La gestión de residuos sólidos urbanos es una materia complicada. Y se convierte en complicada porque se tiende a meter la ideología donde solo debiesen primar criterios técnicos.
Para la realización de un plan integral de tratamiento de residuos sólidos urbanos de cualquier área hay algunas cosas que hay que tener en cuenta.
La primera es una caracterización de los residuos que se generan. Posteriormente hacer una proyección de los residuos que vamos a tener en los siguientes años (aumento o disminución de la población, aumento de la actividad industrial, etc).

A partir de ahí, diferentes residuos deben tratarse de manera diferente. El papel, cartón plástico y cristal, se rije por unos parámetros muy simples. Si el contenedor específico está a más de 25 metros de nuestra casa, nadie lo usa, con lo que siempre tendremos que jugar con el ratio "más contenedores-menos aparcamiento".
Con respecto a los residuos orgánicos, se ha producido un error de base en la planificación de la gestión coruñesa. Y es que no todo bio-residuo estabilizado es compost.
En A Coruña se ha intentado cojer el orgánico en masa y pasarlo por una planta de tratamiento mecánico-biológico, pretendiendo que lo que salía de ahí es compost. Por supuesto, hemos visto que no hay mercado para ese material, porque algo que se compone de materia orgánica, bolsas de plástico e incluso metales no se puede llamar compost y desde luego no sirve para abonar la tierra. Solo puede ir a una Planta de pretratamiento mecánico-biológico el residuo proviniente de poda y jardinería, orgánicos provinientes de grandes productores (mercados, hoteles, colegios, hospitales) y promover la compostación de los residuos producidos en el medio rural.


Ante esto, no quiero entrar en guerras Nostian-Sogama, Ayuntamiento-Xunta. Pero si nos basamos en criterios técnicos, lo que parece más razonable es poner una instalación a cierre. Esta instalación puede ser un vertedero (la peor opción según la unión europea) o una incineradora.
Y es aquí donde entra la ideología. En aras de un falso ecologismo, se ha venido a demonizar a las incineradoras, acusandolas de generar substancias cancerígenas etc etc. Lo que no decimos es la cantidad de combustible fósil hay que quemar para conseguir la misma cantidad de energía eléctrica que podemos conseguir simplemente extrayendo la energía contenida en nuestras basuras, que de otra manera simplemente se perderá.
De todos modos es un tema demasiado complejo para tratarlo en un post. Seguiremos trabajando en ello.

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