viernes, 26 de febrero de 2010

La oposición con el terrorismo

Es una frase muy repetida el que hay que dejar el terrorismo fuera de la lucha partidista en democracia.
Es una frase que hemos escuchado en muchos sitios, por mucha gente y que el Partido Popular a lo largo de su historia se ha negado a asumir.
Pero cabe preguntarnos, ¿por qué no se puede hacer oposición con el terrorismo? Si creemos que el gobierno se equivoca en la lucha contra el terrorismo ¿tenemos la obligación de hacer oposición con esa materia?

Para responder esta pregunta, lo primero que tenemos que pensar es Qué intentan conseguir los terroristas, cómo lo intentan conseguir y cuándo lo intentan conseguir.
Una banda terrorista no puede legislar, no puede ganar votaciones, no puede invadir un país, no puede hacer nada de lo que hace un gobierno para cambiar la realidad. No puede en definitiva más que matar y lo que es más importante, asustar.
Para cambiar las cosas, las bandas terroristas pueden hacer dos cosas, la primera asustar a la población hasta que el hastío ante la violencia haga que los ciudadanos empujen a los políticos a aceptar los postulados de la banda.
La segunda, asustar a los políticos para intentar condicionar su actuación. ¿cómo pueden asustar a los políticos? Influyendo sobre los resultados electorales.
¿cómo pueden influir sobre los resultados electorales? Atentando o declarando treguas antes de unas elecciones según si quieren favorecer o perjudicar al partido de gobierno.
Para evitar que los terroristas puedan asustar a los políticos y por tanto condicionar su acción de gobierno, solo hay una manera, es trasladar a los terroristas y a los ciudadanos que los éxitos de la lucha antiterrorista son éxitos tanto del gobierno como de la oposición y que los atentados no son un fracaso del gobierno sino una locura de los terroristas. Cuando se produce un atentado, la población en general tiende a “cabrearse con alguien”. Con una oposición haciendo sangre con el terrorismo es fácil que la población se “cabree” con el gobierno. Si la oposición es leal al gobierno, el cabreo de la población irá sobre la banda terrorista.
Por eso, cuando se hace oposición con el terrorismo se le concede un arma más al terrorista. Por eso el pacto por las libertades y contra el terrorismo (que planteó Zapatero aunque Rajoy lo llamase un conejo sacado de una chistera) tuvo una utilidad real y práctica.

Me temo que haya quedado confuso. Intentaré desarrollarlo en otros artículos.

lunes, 22 de febrero de 2010

La izquierda abertzale vuelve a decir lo de siempre.

Revisando escritos antigüos, descubrí uno que escribí en tiempos del proceso de paz para Basta ya! y la Fundación para la Libertad. Concretamente el día de San Fermín del 2006. En él, escribía lo que yo pensaba que podía suceder y por desgracia me equivoqué en pocas cosas.
Con las nuevas declaraciones del entorno pro-etarra, me temo que vuelven a intentar lo mismo que hace 4 años; buscar por todos los medios la manera de volver a tener poder municipal.
Lamentablemente pasó su tren. En esta generación política ya no hay ninguna posibilidad de que se produzca una negociación y la única manera que tienen de dejar las armas es.... Dejando las armas.

Dejo aquí lo escrito entonces.

Habitualmente me he significado por defender que hay que darle un margen de confianza al presidente del gobierno en la lucha contra el terrorismo.

Desde luego no estoy de acuerdo en las predicciones apocalípticas tales como que va a romper España o se va a rendir ante ETA. También me parecen absolutamente infundadas las alusiones al 11-M, a supuestas conspiraciones y tramas ocultas por el estilo. Por eso he defendido el llamado “proceso de paz”, porque pensaba que partía de unas bases sólidas.

En ningún caso dudo de la buena fe del presidente del gobierno, no creo que haya nada innoble, maquiavélico o sucio en este tema, lo que me empieza a plantear dudas es si se está equivocando de buena fe.

Es tal la diferencia entre el mínimo aceptable por ETA en una negociación, y el máximo que puede dar un gobierno democrático que no hay posibilidad alguna de acuerdo. Incluso con un hipotético gobierno débil que estuviera dispuesto a ceder ante la banda, su margen de maniobra sería casi nulo. Es por ello que me produce bastante preocupación el que se esté imponiendo entre amplias capas de la sociedad la coletilla de que “algo habrá que darles” y cosas similares.

Eso sin tener en cuenta cuestiones morales como la memoria de las víctimas o la dignidad de la democracia. No puede haber entonces ninguna negociación política con la banda terrorista. Ni puede ni debe.

Por tanto, el fin de ETA solo puede venir de la asunción por parte de la banda de su derrota. Del íntimo convencimiento de que han sido derrotados “militarmente”.

Cuando se decía hace años que el fin de ETA nunca será policial, se equivocaban. El fin de ETA será policial y judicial o no será.

Al inicio de este proceso, yo asumí que el presidente tenía esas garantías por parte de la banda. Que la banda había asumido su derrota y se había dirigido al presidente para darle una salida al tema de los presos y fugados. En ese caso me parecería impecable la actitud del presidente y muchas de las cosas que estamos viendo solo serían una puesta en escena.

Mi preocupación empezó con la entrada en escena de Eguiguren.

En sus libros, Eguiguren dice más o menos que el problema vasco no tiene solución, pero que tiene arreglo. Que hay que ir buscando un marco en el que todos, los nacionalistas y los no nacionalistas, se sientan cómodos por lo menos para esta generación. El problema es que el nacionalismo basa su discurso precisamente en no sentirse cómodos. Si se les concediera la independencia todavía reclamarían cuentas pendientes con España o con Francia o con la Unión Europea o con vaya usted a saber.

Por tanto, cuando Eguiguren entra en escena, a mí me entra el pánico escénico. Porque dejo de creer que haya sido la banda quien se ha dirigido al gobierno asumiendo su derrota y empiezo a creer que es una labor de cocina de Eguiguren. Es una conversación entre caseros, entre Eguiguren y Otegi en la que todo está lleno de sobreentendidos, de evitar el tratar los temas peliagudos, lleno de ambigüedad. Empieza, cada vez más a parecerse este alto el fuego al de 1998.

Aquí solo hay una clave. Y es si ETA ha asumido su derrota. Si es así, entonces vamos bien. Poco a poco se va avanzando. Ahora bien, si no es así, si ETA se ha acercado al gobierno a ver qué saca, si esto es una estrategia del “frente negociador” entonces tenemos un grave problema con lo que se ha hecho y con lo que se va a hacer. De ser cierta la segunda afirmación, el hecho de acercar los presos o dejar que Batasuna recupere su poder municipal es uno de los errores más graves en materia anti terrorista que se ha cometido en los últimos años.

Si ETA no se siente derrotada, intentará negociar. Intentará sacar un precio político al abandono de las armas. Intentará, en definitiva, conseguir a cambio de dejar de matar, lo que no ha podido conseguir matando. Prolongará esta situación hasta después de las elecciones municipales a las que espera poder presentarse y tras recuperar el poder municipal entrará en una dinámica negociadora más dura, pidiendo cosas concretas como un compromiso sobe la autodeterminación o un referéndum en Navarra para su integración en Euskadi. Al no poder conseguirlo, habrá una ruptura del alto el fuego. No creo que se vaya a parecer a la anterior. Todo es mucho más sutil. Poco a poco irá volviendo la extorsión a los empresarios en sus cotas anteriores y se recrudecerá la Kale Borroka. Posteriormente habrá un comunicado de la banda dando por roto el alto el fuego con su retórica habitual. No creo que vuelvan a matar en un futuro próximo. Eso les provocaría un desgaste importante. El problema que tenemos al tratar con ETA es que en ocasiones no necesitan matar. El hecho de que puedan matar provoca tanto terror como los atentados mismos.

Por último, muchas veces desde la cúpula socialista se están justificando actuaciones con el argumento de que Aznar ya lo hizo antes. En esta estrategia se equivoca el PSOE y se equivoca el PP. Aznar hizo cosas en el 1998. Las hizo y las dijo. Y se equivocó. Por tanto, el hecho de que hoy sabemos que Aznar se equivocó debe servirnos para no caer nosotros en ese error. Pero es que lo primero que tenemos que hacer es asumir que Aznar estaba equivocado. Debe asumirlo el PSOE para no caer en los mismos errores que él y debe asumirlo el PP. Dentro del Partido Popular, con tal de no reconocer que lo de Suiza fue un error, están haciendo planteamientos complicados de que Aznar dijo pero no dijo, de que si fue pero no fue, y cada uno sacando su revista de prensa para demostrar declaraciones en uno y otro sentido. Seamos claros, aquello fue un error. Ahora no lo repitamos.


http://www.paralalibertad.org/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=14345
http://www.bastaya.org/uploads/noticias/index.php?id=4413

miércoles, 17 de febrero de 2010

Mas mentiras de Negreira

Tenía pensado escribir un artículo sobre las mentiras de Negreira sobre el plan general, pero ya lo ha hecho Mar Barcón mejor de lo que yo lo podría hacer. También en el blog de Izquierda21 Pablo Aranguena ha hecho una acotación interesante, lo reproduzco aquí:
Pablo Arangüena:
El art.11 del RD 716/2009 está excluyendo que los inmuebles fuera de ordenación puedan servir como base de títulos negociables ("elegibles de acuerdo con el art. 3")en el mercado hipotecario, esto es, cédulas hipotecarias y bonos hipotecarios.

Por tanto, nada impide que un banco pueda conceder una hipoteca sobre un inmueble fuera de ordenación, lo que pasa es que, según ese Real Decreto, no podrá "titulizarlo", es decir, emitir un título hipotecario con la hipoteca como activo subyacente y, en consecuencia, hacer caja (liquidez) y doble negocio con la hipoteca. No se si me explico...

Esta es, según puedo intuir, una precaución creada para "restringir" el mercado hipotecario y dotar de mayor seguridad a sus activos subyacentes pero, INSISTO, nada impide que un banco conceda una hipoteca sobre un inmueble fuera de ordenación si considera que su valor es razonable. De hecho, una de las causas de la actual crisis es que los bancos se dedicaron a titulizar hipotecas de alto riesgo, sobre todo los de EEUU (las llamadas subprime) pero también los de España.

Con esto no quiero decir que la situación de fuera de ordenación no tenga consecuencias jurídicas, que las tiene. Eso sí, si Obdulia Taboadela dice que se va a arreglar el tema no hay razón alguna para no creerla, salvo que alguien me explique alguna.


Y el artículo de Mar Barcón:
http://barconblog.blogspot.com/2010/02/las-mentiras-de-negreira.html

martes, 9 de febrero de 2010

Otra nueva mentira del PP.


Hace pocos días, salía a la luz el hecho de que Rodríguez Miranda cobraba dietas por desplazamiento al parlamento gallego de manera indebida, ya que le llevaban allí en un coche oficial de la Diputación de Ourense.
El PP, se defendió como siempre que le pillan con el carrito del helado, es decir, con un "Y tú más" y acusó a la diputada autonómica Mar Barcón de cobrar dietas del Parlamento Gallego mientras se desplazaba en un coche del Ayuntamiento de A Coruña.

Pues bien, Mar Barcón ha hecho lo que suele hacer y es contraponer pruebas a las palabras. Ha solicitado al Interventor Xeral del Parlamento de Galicia un certificado de los kilometrajes que le han sido pagados por la cámara.
Ante cada infundio... Una prueba.
Dejo aquí la carta que nuestra compañera ha enviado al ínclito señor Rueda.

domingo, 7 de febrero de 2010

Notas de actualidad.

El otro día publicaba en la voz de galicia una carta en la que llamaba irresponsable al señor Negreira. El hablar de "impuesto revolucionario" refiriéndose al plan general no sé que tal le sentaría a su compañero Basagoiti, por ejemplo.
Hoy tenemos en la prensa nuevas muestras de la cara que tienen nuestros peperos favoritos.
Después de haber puesto a parir en privado a Moisés Naranjo, hoy ponen el grito en el cielo porque sea despedido. Ahora ya no toca aludir a su vida privada, como hacían antes. Ahora toca atacar a ese despido para desgastar al gobierno.

De entre todos los peperos, mi favorito es el presidente de una asociación de hostelería de la provincia de A Coruña (sí, hay varias, alguna de ellas con bastantes más asociados que la suya). Hoy dice en la prensa sobre el despido de Moisés Naranjo: "Esas decisiones hay que tomarlas cuando el dinero es propio. Me preocupa que la cantidad del despido la pagamos todos". Y eso lo dice un señor que en dos años de mandato en la asociación (votado por 20 personas) ha despedido a una empleada de la sede social que llevaba una década y con una indemnización millonaria, a una empleada de la escuela de hostelería que también llevaba años, a 12 comerciales Y A 3 ABOGADOS!!!. Si, se ve que ninguno de los 3 abogados que han pasado por la asociación le valían, ya que lleva una media de 8 meses por abogado. Eso sí, el pagar esas indemnizaciones no le preocupa tanto, ya que paga la asociación.

Pues aún así, con estas campañas de mentiras y difamaciones, en medio de una crisis económica casi sin precedentes y con el gobierno de la Xunta intentando aupar a Negreira todo lo que puede, y este partido no despega. Todavía uno de cada cuatro coruñeses ni siquiera sabe quien es ese tal Negreira y además sigue por detrás del Alcalde en valoración, sin que parezca que más de dos décadas de mandato le haya causado un excesivo desgaste a nuestro regidor. En número de concejales tampoco sube y lo único que parece estar consiguiendo con su oposición bronca y áspera es subir la abstención.

A lo mejor, algún día el PP se da cuenta de que los ciudadanos quieren soluciones, quieren que nuestros gobernantes se preocupen de mejorar nuestras ciudades y nuestras condiciones de vida y que no votan a quien parece estar constantemente peleado por el mundo. Si ese tal Negreira aspira a ser Alcalde de la ciudad, quizás una actitud más proactiva, presentando soluciones y no creando problemas, le acercase más a su objetivo. Claro que con gente como Gerardo Crespo, Juan Chas y Hector Cañete a su alrededor, bastante hace con no cortarse las venas cada mañana.