lunes, 28 de diciembre de 2009

El paternalismo fariseo de la derecha española

En este mismo espacio, en la entrada anterior, un supuesto (y anónimo) militante del PP, ha definido mejor de lo que nadie podría el espíritu paternalista y "sobrado" de la Derecha que nos ha tocado padecer.
Decía este hombre: ¿si su mujer vivía gracias a lo que le daban por su trabajo en la mencionada cafetería, no debería estar agradecido?"

Cuando uno lee estas cosas, entiende perfectamente lo que la Derecha quiere decir cuando habla de "reforma del mercado laboral" "modernización de las relaciones laborales", etc.

Para la Derecha española, el empleador le hace un favor al empleado al darle trabajo. Los empresarios son esas buenas personas que por compasión cristiana le brindan un puesto de trabajo a los pobres empleados que no han tenido la suerte o el coraje de hacerse empresarios.

Ellos (los empresarios) son el motor de la economía, los que "dan trabajo" los que le hacen el favor a los empleados, que son esos cabrones que siempre se están poniendo enfermos y que además, cuando son buenos, siempre se van para encontrar otro trabajo mejor. Son esa gente a la que hay que vigilar para que no te robe, que son tan desagradecidos que aún encima de darles trabajo, pretenden que les pagues (como el presidente de la CEOE, sin ir más lejos). Por eso, el gobierno no tiene que preocuparse de los derechos de los trabajadores, tienen que darles manga ancha a los empresarios, porque así ellos mismos podrán pagar mejor a los empleados en una muestra de magnanimidad.



Es difícil que una persona así, o un partido político así llegue a entender que cuando un empresario contrata a un trabajador, lo hace porque lo necesita, que lo que hace es comprar su fuerza de trabajo, que el empleado vende a cambio de dinero. Que es una relación de simbiosis en la que los dos ganan algo. Es lógico con esa visión, que aboguen por el despido libre y gratuito (libre ya lo es) o por la abolición del salario mínimo, por la abolición de los convenios colectivos y que se permita que él, desde su posición de fuerza, pueda imponer las condiciones laborales a los empleados.

De todos modos, nada nuevo bajo el sol, ya en el ejército franquista, decían "el mejor sindicato del militar es su mando".

Y lo dice alguien que es empresario, que tiene una PYME y que le cuesta tanto pagar los seguros sociales como al que más.
Difícil llegar a acuerdos con una fuerza política como la que nos ha tocado sufrir.

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